El Tribunal Penal N.º 1 de Posadas, Misiones, sentenció al exdiputado misionero Germán Kiczka a 14 años de prisión y a su hermano Sebastián a 12 años, por delitos vinculados a la tenencia y difusión de material de abuso sexual infantil. La causa se inició tras una alerta internacional que derivó en una investigación de alto impacto.

La justicia misionera dictó la sentencia contra Germán Kiczka, exdiputado provincial, y su hermano Sebastián Kiczka, tras un proceso judicial que expuso una trama de distribución sistemática de material de abuso sexual infantil (MASI). El fallo llegó tras semanas de audiencias en las que se ventilaron diversas pruebas.

Germán fue condenado a 14 años por tenencia, facilitación y distribución de MASI agravado por la participación de víctimas menores de 13 años. La fiscalía había solicitado una pena de 15 años. Su hermano Sebastián recibió 12 años por tenencia, facilitación y por el abuso sexual simple de una adolescente de 15 años.

La causa comenzó en 2022 tras alertas emitidas por organismos internacionales que detectaron tráfico de imágenes de abuso desde Argentina.

La investigación derivó en allanamientos realizados por las fuerzas federales en Misiones y Corrientes, donde se secuestraron dispositivos con más de 600 archivos de contenido de explotación infantil, incluyendo escenas de violencia extrema y prácticas zoofílicas.

Durante el proceso judicial, ambos hermanos se mantuvieron prófugos por varios días antes de ser localizados y detenidos en la provincia de Corrientes. La justicia había emitido órdenes de captura nacional e internacional.

Durante el juicio, las defensas intentaron deslegitimar las pruebas, alegando persecución política y problemas de salud mental. Sin embargo, el tribunal consideró que los elementos probatorios eran contundentes y calificó la conducta de los acusados como de "extrema gravedad social".

El tribunal también ordenó investigar al padre de los condenados, Leonardo Kiczka, y al diputado Pedro Puerta, quienes declararon como testigos. Se sospecha que ambos habrían incurrido en falso testimonio durante las audiencias.

La condena generó un fuerte impacto en el ámbito político misionero, especialmente por el vínculo de Germán Kiczka con sectores del oficialismo provincial y su paso por la Cámara de Diputados. Diversas organizaciones de derechos de la infancia repudiaron los hechos y reclamaron mayor control sobre los funcionarios con acceso a cargos públicos.

Además, desde sectores opositores se pidió que se avance en la depuración de estructuras que encubren este tipo de delitos.